"Queremos ser más ágiles"

“Estamos buscando ser ágiles” me dice un cliente, y no es el primero. Hoy en día muchas organizaciones tienen entre sus principales objetivos ser ágiles aunque pocas saben exactamente cómo hacerlo.

En muchos casos me encuentro con que hacen esfuerzos aislados, trabajan con ciertos grupos particulares (un nivel en la jerarquía, un área en particular, etc.), contratan a una persona (un gurú o un coach) o tratan de elegir algunos proyectos para hacer las cosas diferente.

No es de extrañar que los exitosos sean pocos. Ser más ágiles cae en el ámbito de lo complejo. Enunciar este objetivo es mucho más fácil que instrumentar la forma de cumplirlo. No hay recetas y no hay un método infalible que nos permita llegar a ser ágiles a todos.

De hecho, el problema es que ser ágil significa algo distinto para cada uno. Ser ágil es distinto para dos organizaciones cualquiera, para dos áreas cualquiera y para dos personas cualesquiera.

No creo tener una fórmula para enseñar a cualquiera a ser ágil ni mucho menos pero si tengo algunos consejos:

(1) Empiecen por entender qué significa ser ágiles. Tener esa conversación con los demás permitirá un entendimiento básico de lo que cada uno quiere sacar en limpio del objetivo.

(2) Idealmente deben llegar a definiciones prácticas, operativas, que permitan decidir entre comportamientos. Seremos más ágiles si hacemos esto de la siguiente forma o en este tiempo.

(3) Noten el carácter relativo de la agilidad: seremos más ágiles si hacemos X. Debemos buscar mejorar, no ser los mejores.

(4) Esta bien dar pequeños pasos, pero teniendo una mirada amplia y buscando que cada uno entienda su lugar y el valor qué hay en hacer las cosas distinto. He visto muchas organizaciones fracasar por no conversar y comunicar adecuadamente sobre estos temas a los involucrados. Entender el valor de un cambio no es igual a que todos salgan beneficiados. Hay situaciones donde ser más ágiles implica que algunos deban hacer sacrificios.

Seguimos pensando..