Así no se hacen las cosas por Ernesto Kiszkurno

Foto de  Andrea Piacquadio  en  Pexels El domingo es un día de lectura para mí. Pero de lecturas baratas. Es decir artículos, newsletters, blog posts y esas cosas. Lo terminé haciendo el domingo porque varios de los mailings y newsletters que recibo llegan ese día y de a poco, como quien no quiere la cosa, se fue armando. Además al ser un día no laboral es más fácil acomodarlo y darle la duración que uno quiera ese día. Probé muchas formas de procesar la montaña de material digital que recibo. Leer cuando llega, leer una vez al día (al inicio o al final), leer cada tanto (un día estuve 5 horas leyendo lo que se me había acumulado) y varias otras más. La que mejor me resultó es la de hacerlo una vez por semana. El ritual se fue sofisticando a lo largo del tiempo y hoy consta de varias etapas (sep.. no lo digan, es difícil vivir conmigo mismo). La primera es leer lo que recibo por correo. Por un lado está todo lo relacionado con la profesión y con el trabajo. Por otro, lo que recibo porq

Foto de  Ketut Subiyanto  en  Pexels Sigo tratando de encontrarle la vuelta a esta nueva realidad de trabajo que tenemos. Temas tales como "cuándo y cómo cortar con el trabajo" o "cómo y dónde trabajar, dado que la oficina está cerrada" son cosas que todavía no termino de resolver. Imagino que hay muchos en la misma ya que no me canso de ver notas sobre el tema (o será que como estoy pensando en eso las notas se me aparecen!). Por ejemplo, estuve releyendo el productip 11 , relacionado con dejar la oficina a tiempo, y se me ocurrió que el concepto se mantiene también ahora que uno está trabajando desde casa. Tal vez reescribiéndolo: "cómo cortar con el trabajo donde quiera que estés". Pensándolo un poco, había varias cosas buenas en el hecho de trabajar en la oficina: Trabajabas en un ambiente pensado para trabajar. La familia no estaba cerca y esa distancia te daba "aire". El hecho de que estuviera en otro lugar hacía más claro el corte entre el

Me gusta la idea de pensar a las organizaciones como un sistema de engranajes y poleas que cooperan para lograr un objetivo común. Hay engranajes grandes y otros más chicos, girando cada uno a la velocidad que debe. Lo mismo pasa con las poleas. Cuando todo ese mecanismo funciona la empresa produce, pero cuando un engranaje traba a los demás o no hace su parte, el resultado peligra. Esto no siempre es inmediato porque otra parte del sistema fuerza la marcha para llegar, pero las marchas forzadas duran poco y el sistema siempre termina por romperse. Tal vez a alguno le sirva la idea. Seguimos pensando..

Mi mamá tenía que hacer bastante espacio. Dos habitaciones repletas debían ser liberadas rápidamente. No tiene mucha importancia el por qué, lo que si importa en esta historia es que en ellas había muchos libros. No eran los más usados, esos estaban más a mano, pero si eran importantes. Importaba su antigüedad (algunos debían haber cumplido 100 años), importaba su origen (algunos habían sido de mi abuela), importaba el recuerdo que traen cuando uno los ve (donde o cuando se habían comprado, quien los había regalado, etc.). En definitiva, importaba que habían sido importantes y había que honrar eso. ¿Qué hacer con algo así? Pues donarlos, para que alguien los pudiera aprovechar. Como en Toys Story 3, cuando Andy -que se está yendo a la universidad- le regala su caja de juguetes preciados a la niña. Le cuesta, duda, pero entiende que es parte de la vida desprenderse de ellos para que otros los disfruten. No fue fácil pero lo hicimos. Los que me leen saben que me gustan los libros, que lo