El riesgo de parecer desocupado

Leía en este artículo una reflexión interesante acerca del "acelere" en que vivimos y los espacios de reflexión que se nos exigen. Sí, como leen, a los líderes, gerentes y directores se nos pide que hagamos ambas cosas.

Por un lado, es común ver organizaciones donde todos están muy ocupados, donde no hay tiempo para nada, donde todos están con un sentido de urgencia importante. En dichas organizaciones ¿cómo se vería a alguien sentado mirando por la ventana "pensando" o "reflexionando"? Apuesto a que muchos de tus compañeros de trabajo pensarían que estás perdiendo el tiempo, que sos perezoso o peor. ¿Qué pensaría tu jefe si te viera "pensando"? He escuchado hasta frases como "hay que estresar la organización".

Por el otro lado, es también común escuchar el reclamo de la dirección de reflexionar sobre la estrategia, de pensar, de informarse acerca de lo que está pasando en nuestras áreas de incunvencia, de "tomarse un tiempo", de tener cierto slack.

Estas dos posturas parecen bastante contradictorias. No sé a ustedes pero a mí me pasa estar en medio de ambas y pensar "¿Hacerme un tiempo? ¿Cómo?"

¿Está mal exigir ambas cosas? Creo que no. Hay momentos en los que es necesario trabajar en modo-urgencia pues este nos ayuda a aprovechar ciertas oportunidades o a lograr ciertos resultados que parecen imposibles a priori y hay otros donde lo importante es pasar al modo-reflexivo y generar ciertos espacios donde "parar la pelota" y pensar.

El problema se da cuando los equipos trabajan en uno sólo de los modos. Lo correcto es lograr que el equipo se mueva pendularmente entre ellos. Por un lado alternando modos como equipo pero también haciendo que los integrantes del equipo alternen. De esta forma el equipo funciona en ambos modos porque tiene a algunos miembros atendiendo las urgencia, mientras otros piensan o reflexionan.

Los equipos que logran un funcionamiento balanceado en este sentido, son los que en definitiva se destacan.

Seguimos pensando..