La acumulación de papeles es un mal de mi generación (y también de generaciones anteriores). En otra época, con otra tecnología, era normal acumular papeles impresos y manuscritos pues era conocimiento o registros que tal vez en algún momento íbamos a necesitar. Apuntes de facultad, fotocopias de libros, cuadernos manuscritos, etc. Digo que es un mal porque guardar conocimiento en papel tiene múltiples desventajas (ocupa espacio, acumula polvo, es difícil buscar en él, perjudica el medio ambiente, se deteriora con el tiempo, etc.). Hay otra gente que opina parecido y que ha ido generando prácticas y estrategias para resolverlo. Desde disminuir la cantidad de cosas nuevas que guardamos en papel hasta qué hacemos con toda esa pila de cosas que ya tenemos. Con el estado de la tecnología que tenemos, casi no hay razón para acumular demasiado papel. Inclusive la jurisprudencia nos ha acompañado (ya no es necesario guardar las facturas de toda la vida de un servicio, los comprobantes o