¿Estás a favor o en contra de las certificaciones?

Es muy común encontrar en grupos de trabajo, organizaciones o directamente en la blogósfera, gente dispuesta a sostener discusiones del estilo “las certificaciones son buenas o malas” o “las certificaciones sirven o no sirven para nada”.

A mi entender la discusión, así planteada, no tiene sentido.

Estamos pidiéndole demasiado a la idea de certificaciones, buscamos una bala de plata donde no la hay (como muchas veces en informática). Con el objetivo de precisar mi punto de vista, a continuación presento un decálogo de afirmaciones.

1. No garantizan resultados. Malos resultados pueden ser producidos por personas o empresas certificadas.
2. No miden experiencia, miden conocimiento.
3. Son un mecanismo de screening, que intenta resolver la asimetría de información existente a priori entre dos agentes.
4. Sirven para marcar diferencias.
5. No permiten seleccionar al mejor candidato para un determinado trabajo. Tal vez ayuden a encontrar uno suficientemente bueno.
6. No son un mecanismo perfecto de medición de conocimiento. Establecen un nivel mínimo.
7. No son buenas o malas universalmente. Son aceptadas por el mercado (las que tienen mayor cantidad de personas certificadas, las más demandadas por los que contratan) o no, son útiles para alguien o no.
8. Siguen un ciclo de vida que hay que comprender y aceptar (nacen, crecen, maduran y mueren).
9. No son el cuerpo de conocimiento completo, sólo capturan una parte.
10. El ente certificador es clave. La reputación de una certificación se construye principalmente alrededor de certificadores serios.

Como en muchas otras situaciones, no tiene sentido plantear la discusión en términos de sí o no. Tiene mayor utilidad pensar en cuándo, cómo, por qué, quién, etc.

Seguimos pensando..