¿Fue siempre así?

No sé si habrá sido siempre así. Sospecho que no, que la cosa empezó en el 86. Pero cada mundial pasa lo mismo. Los argentinos entramos en un ciclo que pasa de la indiferencia y la tristeza, a la cautela o la especulación, a la excitación mezclada con exitismo y, en las últimas oportunidades, a la bronca y la tristeza.

Como las estaciones climáticas, el camino al mundial también tiene 4 paradas muy claras: 

El primer año posterior al mundial, dado que venimos de una desilusión, estamos indiferentes, dolidos, tristes o con bronca. Básicamente no nos interesa la selección. Estamos enojados. Vemos rugby o tenis. Usamos la Copa Davis como un triste substituto de lo que realmente importan. 

El segundo año empiezan las eliminatorias. Miramos los partidos pero sin demasiado interés. Hay cautela. Es momento de criticar al entrenador por todos lados. Tal vez hacia el final de esa primera ronda de eliminatorias estamos más enganchados y si ya hay equipo empezamos a planificar. Generalmente este año toca Copa América por lo que eso nos baja un poco a la tierra. Viene pasando que no ganamos, no? Todavía recuerdo esas copas del Coco donde ganábamos!

El tercer año definitivamente estamos presos del optimismo. Salvo en esos casos donde nos toca sufrir como unos perros "a lo Uruguay", vamos pensando en que nos vamos a llevar el mundo por delante, que nadie anda bien y que nosotros somos lo más grande que hay (algunos lo calificarían como "el efecto Bielsa").

Y finalmente llega el año del mundial. Acá no importa nada más, sólo queremos que empiece. Excitación total. Miedo, tal vez. Cautela, poca. Ansiedad, inmanejable. Este año es genial... todo nuestro argentinismo emerge. No importa si sos K o no, importa que gane Argentina.

Luego de quedar eliminados en algún lugar volvemos a foja cero. No queda otra. Lleguemos a donde lleguemos, si no ganamos, caeremos en la bronca y la tristeza. A veces nos habrán cortado las piernas, en otras ESE jugador será el responsable de todo. El técnico... No importa. Lo importante es que estaremos defraudados y enojados por tener que vivir este ciclo de cuatro años otra vez.

Esperemos que esta vez sea distinto, no?

Seguimos pensando..