El antimarketing del banco X
Usualmente no atiendo llamadas de números desconocidos como regla pero hay una situación particular que me obliga a hacerlo en estos días. Así es como el viernes pasado recibí 4 llamadas de número desconocido
que resultaron ser mi banco para venderme cosas.
La primera que atendí arrancó con una máquina diciendo que
espere que el banco XXX quiere hablarme (como un dios que se revela al hombre!).
Sí, leen bien, me llamaron para hacerme esperar. Luego de la espera una persona
me ofreció algo que no necesito (sólo se necesitan 2 minutos de analizarme como
cliente para deducirlo pero para qué tomarse el trabajo, no?). La segunda y la tercera, al ver que empezaban igual,
corté. Estaba en medio de una reunión con cliente.
La cuarta la usé para explicarle a la persona que me llamó que este tipo de acoso telefónico, lejos de tentarme para consumir lo que me estaba ofreciendo me hacía reflexionar sobre mi continuidad como cliente de su banco. No sabiendo bien qué hacer la mujer cortó al grito de “dejaremos asentada su respuesta”.
La cuarta la usé para explicarle a la persona que me llamó que este tipo de acoso telefónico, lejos de tentarme para consumir lo que me estaba ofreciendo me hacía reflexionar sobre mi continuidad como cliente de su banco. No sabiendo bien qué hacer la mujer cortó al grito de “dejaremos asentada su respuesta”.
Seguimos pensando..
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