A neat day
El día en cuestión me levanté temprano, casi sin esfuerzo. La casa estaba silenciosa, no había nadie. Baño, café y al escritorio. Ese fue el orden.
Preparé el plan del día, rápido y casi sin esfuerzo. Estaba muy claro qué hacer ese día, de mínima y de máxima. Revisé correos un rato pero luego, salí raudo a la calle rumbo a la oficina. El día estaba cargado de reuniones pero logré ir preparando cada una previamente. Eso me permitió salir bastante contento de casi todas (tampoco voy a mentirles!). Cumplí con lo de mínima y arañé la máxima.
Me fui en horario y hasta pude hacer unos mandados que venía posponiendo desde hace tiempo.
Lindo día. Que haya sido viernes no tiene mucho que ver aunque ayudó. Ojala repita días como ese.
Seguimos pensando..
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