Ese punto de equilibrio donde más pasa a ser menos
Bajo el título Are
you making customers too happy? encuentro un interesante artículo de Nathan
Kontny en el blog Signal v. Noise sobre lo difícil que es encontrar
ese punto en el que más es menos:
¿Cuándo debemos parar de sumar features bajo riesgo hacer que clientes felices se transformen en clientes infelices?
Con la consultoría pasa algo similar. ¿Cuál es el punto en
el que debemos parar de relevar para pasar a analizar y concluir? ¿Cuánto contenido
es suficiente en un trabajo? ¿Cuándo paramos de sumar cosas y empezamos a
redondear, reescribir, moldear y pulir lo que tenemos?
Hay muchos trabajos donde la cantidad no es la respuesta,
sino la calidad. La calidad de lo dicho, la forma en que lo decimos, la forma en que lo presentamos[1], la forma en que lo escribimos.
Tal vez diciendo menos,
además logramos un efecto mayor. En muchos trabajos la magia está ahí y no en la cantidad de
páginas. Saber leer eso rápidamente es crucial.
Seguimos pensando..
[1] La forma puede ser un Word, un Powerpoint, una imagen,
un cuadro, un gráfico, texto.
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