Corolario de "la venta consultiva como proceso"
Una de la cosas interesantes/lindas que tiene mantener este
blog es que se producen conversaciones reales (cara a cara!) a partir de mis
posts. El otro día un colega mío me planteó una pregunta interesante a raíz de
este
post: "Si la venta es un proceso, ¿quien paga los costos de preventa?"
Mi respuesta fue "ambos (cliente y consultor) y más que gasto
es una inversión".
Ahora, ya parándome del lado del consultor, no se puede tener
actividad comercial siempre pensando en quien paga los costos. Con ese criterio
seríamos como esos abogados de las películas que no mueven un dedo sin que
alguien se lo pague. Suena bien la idea pero muy pocos logran implementarla. El
resto de los mortales debemos estar dispuestos a invertir tiempo en actividades
comerciales que no necesariamente tendrán un repago inmediato.
Si lo miramos en términos de relación, al principio invertimos
tiempo y energía en generar una relación comercial de confianza con la esperanza
de que luego sea fluida y fructífera. Invertimos al principio (en los primeras
preventas) más de lo que tal vez se necesitaría, para luego no tener que
hacerlo. La hipótesis es que a mayor conocimiento y confianza mutua, mayor
agilidad en las ventas.
El problema es que a priori no sabemos qué inversión va a dar
fruto y cual no. Podría pasar que algunas sean “en falso”. Esto, igualmente, no
es algo raro. Haciendo un paralelismo con inversiones financieras se sabe que
uno invierte en distintos activos para que "en promedio" aparezca una ganancia.
Aquellos que sepan dónde, cuánto y cómo invertir, serán los ganadores. Los que
elijan mal perderán tiempo y dinero.
La moraleja es que siempre hay que invertir tiempo en entender
mejor al cliente y su necesidad, lo crítico es decidir bien en quienes hacerlo.
Seguimos pensando..
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