La cultura de la impecabilidad
El otro día, en un taller que hice, hablaban de lo importante que es fomentar en las empresas la cultura de la impecabilidad . Ellos parten de la idea de que en una empresa, diariamente, se tejen redes de peticiones y compromisos . Procesos, rutinas de trabajo, políticas, … todo el funcionamiento puede desmenuzarse como peticiones y compromisos. Cuando estos están mal hechos o no se cumplen, las personas sufren estrés, enojo, frustración, desmotivación, etc. Y esto afecta a todos: empleados, clientes y proveedores. Cuando están bien hechos (o se cumplen), todo fluye y es más fácil. Ser impecable básicamente significa cumplir con lo que uno se compromete o hacerse responsable de lo que uno no puede cumplir . Por ejemplo, si nos piden algo y decimos que lo haremos para determinado momento, cumplir. Si dijimos que íbamos a asistir en un determinado horario a una reunión, hacerlo. Y, en aquellos casos que no podemos cumplir, asumir la responsabilidad de decirlo y ver la forma de