Teoría Económica y Outsourcing

El problema del principal-agente tiene origen en la teoría económica y describe la interacción existente entre dos partes - principal y agente - en base a un contrato. Típicamente, el agente es quien está en posición de ganar alguna ventaja incumpliendo el acuerdo y el principal es quien debe proveer al agente de incentivos adecuados para cumplir los términos de dicho contrato. La forma de resolver el problema es encontrar una forma eficiente de pautar la relación entre las partes de forma tal que ambos logren cumplir sus objetivos simultáneamente. Este problema tiene múltiples aplicaciones económicas como ser la relación empleado y empleador o la relación asegurado y asegurador (aquí tiene nombre particular: riesgo moral o moral Hazard).

Si pensamos en la dinámica de la tercerización de servicios y los roles involucrados (proveedor y contratante), podremos ver que estamos ante una manifestación del mismo problema (contratante-proveedor). Y este hecho que abre posibilidades de análisis interesantes.

Por ejemplo, uno de los tópicos que es posible abordar durante el tratamiento del problema del principal y el agente es el fenómeno llamado de “selección adversa”. Este fenómeno, que ha sido tratado en infinidad de libros y artículos, podría explicarse con el siguiente ejemplo:
Una empresa debe organizar una compulsa para contratar servicios que requieren ciertos skills difíciles de evaluar en los candidatos. Asumamos para simplificar que en el mercado hay dos tipos de proveedores solamente: los de alta productividad y los de baja. Para este trabajo se presentan a la compulsa de ambas clases.
Supongamos también que el principal pretende pagar por los servicios basándose en la productividad del proveedor. Los buenos tienen una productividad tal que permite pagarles $2000 y los malos tienen una productividad tal que es posible pagarles $1000.
Otra vez simplificando, asumamos la misma cantidad de proveedores son de alta y baja productividad. Si esto es así, el principal debería esperar una productividad promedio de $1500. Por lo tanto su disposición a pagar es $1500. De otro modo, estaría perdiendo dinero.
En este punto, es posible ver que los proveedores de alta productividad deberían tener acceso a mejores alternativas en el mercado. Ahora sólo están un cuarto mejor que los proveedores de baja productividad: $2000 - $1500 = $500. A partir de esto, es muy probable que prefieran trabajar con otras empresas en lugar de esta (el principal).
Si lo hacen, quedarán más proveedores de baja productividad que de alta para la empresa. Supongamos que el mercado queda con 3/5 de proveedores de baja productividad y 2/5 de proveedores de alta productividad. Como consecuencia de esto, la productividad esperada promedio decae a $1400. La historia se repite. Los proveedores de alta productividad siguen dejando el mercado y la productividad esperada promedio sigue bajando.
El proceso debería parar cuando la productividad esperada es de $1000 pues en ese punto todos los proveedores de productividad alta estarían fuera y sólo quedarían los de baja. Si la productividad esperada baja más de 1000 el mercado colapsaría.
G. Akerlof presentó este modelo y un ejemplo numérico relacionado con el mercado de automóviles usados en un paper de los '70 llamado “The market of Lemons” (los autos usados malos reciben el nombre de limones en US).

El problema de selección adversa muestra el efecto negativo que puede tener un esquema de contratación, un contrato mal formulado o una relación mal planteada. En este caso, lo usamos para pensar en las tercerizaciones de una empresa.

La correcta elección del esquema de contratación es fundamental para la empresa contratante (el principal) pues determinará el tipo de proveedores interesados en postularse. Si el principal quiere buenos proveedores, deberá establecer un contrato conveniente para ellos (e inconveniente para los malos a la vez). De otro modo, sólo los malos estarán incentivados a presentarse y muchos de nosotros sabemos lo que ocurre después.... :-)

Comentarios

  1. Dos párrafos no me cierran. El que dice "otra vez simplificando". Si alguien lo hace por 1000, el principal quiere pagar 1000!!! De otra forma perdería dinero.
    El párrafo siguiente, "en este punto es probable" y completaría con "que los proveedores de alta se prostituyan". Y bajen sus precios. En cuyo caso el efecto es el mismo, bajar el promedio. Pero como sigo opinando que lo que mira el principal es el mínimo y no el promedio...
    Extraño cuando eras informático.

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  2. Gracias Patito, yo también extraño la informática a veces.

    Si el principal quiere pagar 1000, la cosa es peor (o más fácil) para los proveedores de alta productividad. Quedan fuera del mercado de un plumazo!

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