Máquinas más livianitas

Antes, mudarte de máquina era una tarea pesada. Primero debías reinstalar todo el software que tenías en la nueva máquina para luego pasar a la etapa de mover la información. Había errores, pérdida de información y esperas interminables frente a la pantalla.

Hoy las cosas han cambiado drásticamente. Primero porque la mayoría de las aplicaciones que usamos corren en nuestro browser sin siquiera instalarse en la máquina. Segundo, la información que manejamos empieza a estar en discos externos o almacenamientos en la nube. Algo parecido pasa con el teléfono. Migrar los contactos y configuraciones ya no es complicado. En sólo un par de horas, tenemos todo en el nuevo sin demasiadas complicaciones.

Obviamente esto es bueno porque nos facilita la vida. Podemos cambiar de máquina a menor costo y hasta usar temporariamente la máquina de alguien más. La contracara es que estamos más expuestos.

Mi recomendación es tener máquinas (o dispositivos) cada vez más livianitos pero a la vez cuidarse o sufrirán la pesadilla de Mat Honan.

Seguimos pensando..

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